Descripción del proyecto
Plaga de Ratones
El ratón común (Mus musculus), llamado también ratón casero, ratón doméstico, ratón de laboratorio, es la especie más frecuente de raton. Se cree que es la segunda especie de mamíferos con mayor número de individuos, después del hombre, convirtiéndose en una plaga. Los ratones habitan siempre cerca a los humanos, con los que mantiene una relación de comensalismo. Es también el mamífero más utilizado en experimentos de laboratorio y existen multitud de variantes transgénicas que simulan enfermedades genéticas humanas.
Características de los ratones
Los ratones comunes adultos pesan entre 12 y 40 g, y miden entre 15 y 19 centímetros, incluyendo la cola, que supone algo más de la mitad de su longitud. Su pelaje es corto y de tonos grises, que se aclaran en el vientre. Los ratones de laboratorio y los utilizados como mascotas son generalmente blancos. Su pelo es escaso en la cola y las orejas. Los ratones poseen unos largos bigotes que son sensibles al tacto y le proporcionan información sobre el medio. Como su vista es muy débil el ratón, sólo identifica los objetos desde muy cerca. Su olfato en cambio es muy desarrollado, lo ayuda en encontrar los alimentos y a los demás ratones. Su oído es también desarrollado, el ratón oye hasta los sonidos de 100 kHz (80 kHz más que las personas).
Aunque los ratones se desplazan habitualmente sobre sus cuatro patas, pueden erguirse en ocasiones sobre las dos traseras, ayudándose con la cola, para comer, orientarse o luchar. Cuando corren, mantienen la cola horizontal para guardar el equilibrio. Este mamífero roedor es un buen saltador, escalador y nadador (esto último solo en caso de necesidad).
Los ratones son activos principalmente al crepúsculo o durante la noche, ya que evitan las luces intensas. Son animales territoriales. Generalmente un macho ratón dominante dirige un grupo con varias hembras e individuos jóvenes. Sólo el macho dominante tiene derecho a aparearse con las hembras. Cuando un macho alcanza la madurez sexual, a menudo se enfrenta con el macho dominante de su grupo en un combate a muerte. Si dos o más machos ratones son encerrados juntos en una jaula, frecuentemente se vuelven agresivos, a no ser que hayan sido criados juntos en cautividad desde su nacimiento.
Alimentación de este tipo de roedor
La dieta de los ratones se basa principalmente en vegetales, pero también pueden comer carne y productos lácteos.
Puesto que son capaces de consumir las cosechas o las reservas de alimento humanas, se han desarrollado desde antiguo numerosos medios para combatir su presencia, incluyendo la domesticación de depredadores como el gato y el hurón. Una proliferación excesiva en la población de ratones, puede significar una plaga. Esta situación, por ejemplo en los campos, lleva a la devastación de cultivos. Los ratones que habitan estas zonas pueden roer la corteza de árboles y arbustos, acabar con frutos almacenados, y devorar tallos o arbustos jóvenes, e incluso llegar a infestar lugares de mucho público como estadios de fútbol . Al igual que las ratas, las plagas de ratones pueden ser especialmente dañinas tanto para las cosechas humanas como para el medio ambiente si se liberan en algún lugar donde carecen de depredadores.
Los ratones, foco de enfermedades
Las malas condiciones de higiene en que se desarrollan en las ciudades convierten a los ratones, también, en importantes transmisores de diversos parásitos y enfermedades que pueden afectar al hombre.
Preguntas frecuentes

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