Control preventivo

El “control integrado de plagas”, “control y vigilancia” o “control preventivo”, es una metodología cada vez más instaurada por aquellas empresas con certificaciones de calidad y medioambiente implantados y en aquellas empresas con los más altos estándares de higiene, ya sean de la industria agroalimentaria, servicios médicos o industria químico – farmacéutica.

Este método trata de minimizar la aplicación de productos biocidas maximizando el control que se tiene sobre las poblaciones de los animales que puedan causar una plaga.

Para ello, el objeto del Sistema de Vigilancia de Plagas, es cuantificar la población de las especies objeto del Plan de Control (es decir,  de ratas, ratones, cucarachas, hormigas e insectos voladores,etc.. ) y para cada uno de ellos se lleva a cabo un tipo de actuación, a lo largo del tiempo,  debido a sus diferentes modos de vida y formas de alimentación.

Se trata de realizar un seguimiento que nos permite tres objetivos:

1. Detectar la aparición de vectores (vigilancia)
2. Saber cuando las poblaciones sobrepasan un determinado umbral de tolerancia (límite crítico)
3. Una vez puesto en marcha el Plan de control, determinar en qué medida está siendo efectivo (verificación del propio plan).

Es objeto del Plan de control reducir los niveles poblacionales de estas especies consideradas plaga por debajo del límite crítico o umbral de tolerancia mediante la combinación de procedimientos de Desinsectación y Desratización en los cuales se utilizan conjuntamente todos los medios, ya sean físicos, químicos o biológicos para combatir una plaga.

Todo este plan de actuación se integra con los sistemas APPCC, dejando todos los puntos del proceso registrados con su documentación correspondiente, desde las visitas de inspección previas para localizar puntos críticos del local pasando por las actuaciones de mantenimiento hasta los informes técnicos posteriores.